No me pasa con muchos, pero Diablo II, Mu online, Helbreath son alguno de esos juegos a los que siempre vuelvo, aunque sea un ratito. Son esos juegos que te hacen sentir como si estuvieses en la época dorada del cyber, hoy les voy a hablar de uno que marco mucho mi infancia, y si no fuera por él, no sé si hoy estaría donde estoy.
El juego del que voy a escribir hoy se llama Flyff (Fly for fun). No quiero parecer un tanto dramático, pero gracias a ese juego conocí a mucha gente con la que aún mantengo relación después de más de 18 años, aunque también hay muchos con los que ya no. Jugarlo me produce un tanto de nostalgia mezclada con alegría. Recuerdo no entrar a clases para irme a cyber a jugar con mis amigos, No me enorgullece. Pero tampoco me arrepiento, mis lazos amistosos más fuertes se forjaron en ese hermoso lugar.
El Flyff es uno de esos juegos monótonos donde matas enemigos, subís niveles, conseguís ítems y cada vez ganas menos y menos experiencia, llegando a estar horas para subir un solo nivel, tiene muchas clases para elegir y diversas habilidades para utilizar. Siendo un juego del 2004, el apartado estético es un tanto precario, pero tiene algo más que lo hace un tanto especial, y es la gente que lo juega. Suele ser un juego con un buen clima, muy poco hostil hacia el jugador, se puede hablar con mucha gente. Compartir momentos divertidos, noches de grindeo a pura charla con jugadores que no conoces, pero con la que compartís cosas en común.
Es lindo poder estar en un lugar que se siente poblado y vivo, relajarte un rato del estrés del día a día, sentir ese progreso yendo paso a paso, lento, pero seguro y a pesar de que el juego es del 2004 hoy en día se sigue jugando y hay un servidor muy popular que te invito a probar se llama Flyff Universe aunque sea difícil de creer, ahora el juego corre en el navegador permitiéndote no tener que instalar absolutamente nada, entras, te creas una cuenta y ya estás jugando.
El posteo de hoy es corto, pero no quería dejar de compartir este juego que está al alcance de todo el mundo y que a mí me resulta muy divertido y relajante, podés jugarlo solo, con amigos o quien te dice conocer gente y pasar un rato agradable. Pero cuidado, porque sí te enganchas. Puede ser muy adictivo.